Por qué habrá cortes de gas en España si Rusia cierra el grifo a Europa
El anuncio del plan de la Comisión Europea que contempla cortes de suministro de gas si Vladimir Putin deja de bombearlo hacia Europa ha sorprendido a muchos ciudadanos, porque contradice el discurso del Gobierno español -reiterado este miércoles- de que ese escenario no se contempla en España porque no dependemos del gas ruso. La realidad es que los cortes son un escenario muy probable, también en nuestro país.
Para empezar, España ya compra más gas a Rusia que a Argelia tras el bandazo con Marruecos, como informó OKDIARIO. El 24,4% del gas que consumimos en junio procedieron del país presidido por Putin, un porcentaje nada desdeñable como para que no nos afecte quedarnos sin él, lo que nos obligaría a buscarlo en otros proveedores (seguramente, en Estados Unidos, que ya es nuestro principal suministrador de gas). Lo cual no se hace de forma inmediata.
En segundo lugar, lo que contemplará el plan de Bruselas es que España tenga que enviar parte de su gas a otros países europeos para suplir, al menos parcialmente, esa ausencia de abastecimiento ruso. desde el Ejecutivo se han escuchado muchos argumentos negando esta posibilidad porque «no hay infraestructuras de conexión entre España y Europa».
Es cierto que ahora mismo sólo hay dos tubos muy pequeños que atraviesa los Pirineos por el País Vasco y Navarra, lo cual es insuficiente para enviar cantidades relevantes a Francia, y de ahí a Alemania y otros países. También hay una pequeña conexión con Portugal. Por esta insuficiencia, se ha resucitado el proyecto del gasoducto Midcat, que conecta los dos países por Cataluña, si bien construir esas infraestructuras lleva mucho tiempo. Pero los tubos no son la única vía para enviar gas a otros países: también están los barcos metaneros.
Sí hay regasificadoras en Europa
Este sistema tiene el problema de que el gas debe licuarse (es lo que se llama gas natural licuado, GNL) para transportarse y luego regasificarse al llegar a su destino. Y eso requiere plantas regasificadoras.
España es el campeón de Europa en estas instalaciones: tenemos siete. Pero no es verdad el argumento del Gobierno de que en el resto del continente no hay; claro que hay: tres en Italia, tres en Francia y una en Holanda, Bélgica, Portugal y Alemania. Es más, este país está instalando pequeñas regasificadoras portátiles que se pueden colocar en un tiempo reducido para aumentar su capacidad; precisamente, ante la eventualidad del corte del suministro de Rusia.
Por tanto, sí hay infraestructuras parta que España mande parte de su gas a Europa en caso de emergencia, en contra del discurso del Gobierno… hasta el viernes. Porque ahora ofrece a enviar todo el gas posible a cambio de que no nos obliguen a acometer cortes (aunque no especifica si eso incluye los barcos). Luego sí era posible. La gran pregunta es si, al hacer eso, quedará suficiente gas en España para atender la demanda nacional en invierno.
Por último, pero no menos importante, en la UE rige el llamado «principio de solidaridad» que obliga a todos los países a socorrer a sus socios que se encuentren en situación de necesidad. «A los alemanes no les hizo mucha gracia tener que participar en el rescate financiero de España en 2012, pero lo hicieron para evitar que el euro saltara por los aires. Ahora es normal que al Gobierno español tampoco le apetezca mandar gas a Alemania, pero tendrá que hacerlo si se llega a una situación crítica».
De hecho, Bruselas apeló el viernes a este principio en el zasca que dio al Gobierno español en el que demostró que mentía al decir que no s ele había avisado de este plan, ya que se «ha discutido hasta la náusea», según la Comisión. Ahí, además, constató que existen suficientes interconexiones entre España y el resto de Europa para que podamos enviar mucho más gas.